martes, 1 de julio de 2008

Quien esté libre de pecado que tire la primera piedra

En estos días se critica mucho la decisión del Parlamento Europeo de endurecer las reglas para tratar a los llamados “immigrantes ilegales”, aprobandose una resolución que permitiría encarcelar por hasta 18 meses a los que se reusen o no consigan documentos validos para ser repatriados.
El rollo llega hasta tanto que el Presidente venezolano Hugo Chávez amenazó con parar las ventas de petroleo a Europa si no se cancela la ley. Qué “atrevimiento” de amenazar con sanciones económicas a los Europeos, cosa que hasta ahora casi siempre pasaba al revés.
También Fidel Castro acusó a la Unión Europea, que precisamente en estos días levantaba las sanciones diplomáticas contra Cuba, consignando su “desprecio por la enorme hipocresía que encierra tal decisión aún más evidente cuando coincide con la brutal medida europea de expulsar a los inmigrantes no autorizados procedentes de los países latinoamericanos“.
Hasta el PRD ofreció su respaldo a Hugo Chávez en su decisión de parar el suministro de petroleo a Europa si no se deroga esta ley inhumana.
Europa es un continente de tendencias políticas conservadoras y a veces cuando decimos que es la cuna de la democracia y de la civilización occidental, olvidamos que de Europa también salieron la inquisición, la quema de brujas, la conquista y el genocidio en Africa y América, la guillotina, el comunismo, el antisemitismo, el facismo, los nazis, el holocausto judío y las guerras mundiales.
La Unión Europea está pasando por una crisis institucional, luego de que el Tratado de Reforma de Lisboa fuera rechazado por el electorado irlandés. Al mismo tiempo hay problemas en Polonia y Alemania donde los respectivos Presidentes todavía no han firmado la ley ratificadora del tratado ya aprobada por los parlamentos.
En verdad la Unión Europea tiene otros problemas más serios ahora que estar apretando, con medidas represivas, la situación de los inmigrantes; ha sido una coincidencia de la vida que sea ahora cuando se esté tratando este tema en el Parlamento Europeo.
El parlamento Europeo es un tigre de papel que no tiene la facultad de iniciar propuestas legislativas, ese derecho de iniciativa lo tiene la Comisión Europea, que propone las nuevas leyes de la Unión, siendo el Parlamento y el Consejo de la Unión Europea los que las adoptan.
O sea que la iniciativa para esta nueva ley vino directamente de los representantes de los gobiernos miembros de la Unión Europea y ha sido una decisión meramente política con el objetivo declarado de armonizar la política migratoria de la Unión.
Esto ha sido una decisión soberana de un grupo de estados que debemos respetar, así como esperamos que las decisiones soberanans de nuestros estados sean respetadas.
Las siguientes informaciones pueden ser útiles para entender el significado de la directiva para deportación de ilegales.

  • Esta nueva directiva es valida para todos los estados firmantes del acuerdo de Schengen. Ni Dinamarca, ni el Reino Unido, ni Irlanda tienen que adoptar esta política.
  • Noruega, Islandia, Suiza y Liechtenstein tienen un tratado con la Unión Europea para cumplir con los requerimientos del acuerdo de Schengen y adoptarán posiblemente esta política.
  • Según el artículo 4 de esta directiva los acuerdos bilaterales entre un estado miembro y terceros estados pueden revocarla. !!!!!
  • Los derechos que se conceden a los ilegales en esta directiva no son obligatorios.
  • Según esta directiva cada estado miembro fija una duración máxima de encarcelamiento para lograr la deportación de los ilegales que se encuentren en su territorio, sin exceder los 6 meses, pero con excepciones pudiendo llegar a los 18 meses para contrarrestar la falta de cooperación del “ilegal” o si hay retraso de parte de terceros países en la tramitación de documentos.
  • Hay que aclarar que en Alemania ya existe la posibilidad de encarcelar a alguien por 18 meses si no tiene un estado legal de residencia. En otros países como Dinamarca, Estonia, Finlandia, Lituania, Holanda, Gran Bretaña y Suecia no existe un limite de reclusión en estos casos.

Si se estudian estas condiciones se nota que las medidas represivas ya existían en Europa desde hace tiempo y que muchos de los países europeos las aplican más o menos restrictivamente. Nunca ha habido un limbo de ilegalidad tolerado en Europa y todo aquel que se encuentra ilegal en el territorio y cae en manos de las autoridades es confrontado con el problema de la deportación y la reclusión mientras esta se tramita.
Los paises de las Americas han protestado casi al unísono sobre esta política migratoria de la Unión Europea, pero la protesta llega tarde porque esta política ya se estaba aplicando desde hace años.
Además, esta política no se ha hecho, para en primer lugar, combatir la inmigración de los latinoamericanos que representan una minoría muy pequeña entre los inmigrantes ilegales. Estas medidas se han adoptado para combatir, viendolo desde el punto de vista europeo, la invasión de los “Boat People” procedentes de Africa.
Los gobiernos de nuestros paises han reaccionado de manera desproporcionada ante algo que no es una amenaza para la estabilidad de las relaciones con la Unión Europea.
Si se compara la forma como los Estados Unidos manejan su política migratoria y los métodos que usan para intentar cerrar sus fronteras me queda una sensación de que este tema se está politizando con otros propósitos.
Desde luego la Unión Europea es culpable de esta reacción, que debió haber sucedido antes, porque ha manejado muy mal este tema ante la opinión pública.
Además, no hay justificación alguna y atenta contra los derechos humanos más elementales el encarcelar por largo tiempo a personas que no han cometido ningún crimen.
Hay un resultado muy particular de este ajetreo diplomático y es que los gobiernos de nuestro continente tienen una opinión unificada en este tema y que ha sido un hecho excepcional que nuestros paises (algunos) hayan amenazado a la Unión Europea con sanciones económicas.
Es un mundo muy nuevo en el que vivimos y el poder económico se ha redistribuido hasta tal punto que algunos paises, que antes eran enanos internacionales, hayan crecido tanto que sus mandatarios puedan virar la tortilla y aplicar a los ex-imperialistas la misma medicina que ellos nos suelen aplicar para que desistamos de algún proyecto que no cuenta con su aprobación.
Desde luego que si hablamos de moral y de derechos humanos en este caso, tenemos que tener en cuenta que esos mismos argumentos serán usados en nuestra contra cuando se esté tratando el caso de otros migrantes que no tienen un lobby internacional tan grande, pero que a veces son tratados con mayor severidad.
En República Dominicana comencemos mirando la viga en nuestro propio ojo y no la paja en el ojo ajeno, debemos demostrar la voluntad política para reglamentar el problema de los inmigrantes haitianos en nuestro país de acuerdo a las mismas normas que queremos que sean aplicadas a nuestros compatriotas que están diseminados por el mundo.
La reglamentación de este problema también sería un acto soberano de nuestro estado y tiene que ser respetada por la Unión Europea y los paises del mundo.
Y estando libre de pecado sí se puede reclamar y tirar la primera y la última piedra.

Publicado por John Castro De La Cruz

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Bien logrado

Anónimo dijo...

Un análisis muy completo que vale la pena ser analizado.
Al parecer hay mucha desinformación sobre las medidas. Ojalá puedan llegar a un acuerdo satisfactorio entre todas las partes para provecho de cada uno de nosotros.