miércoles, 20 de agosto de 2008

Presidencia, exigencia, coincidencia y cambios

Ya pasó la tormenta.
Ya pasó la ceremonia inaugural de la nueva Presidencia del Leonel Fernández.
Ya pasó su discurso inaugural tan largo, tan explicativo, tan detallado, tan salomónico con todos los sectores de la sociedad y la geografía nacional.
Todavía siguen las exigencias. De los médicos, de los sectores de la economía, de los desalumbrados, de los hambrientos, de los desplazados, de los adversarios políticos, de los aliados, de los del PLD, de los renegados, de los ganadores y de los perdedores que quieren entrar por la puerta trasera.
Hay una insólita coincidencia con el Presidente sobre la actualidad de los problemas que planteó en su discurso y de la necesidad de que se adopten las medidas que nos anunció, o que más bien nos prometió.
Hay una coincidencia en la necesidad del cambio.
Sí, del cambio a la constitución.
Y de los cambios.
Sí, de los cambios en el equipo de gobierno. De los mandos militares.
De los sospechosos de tener alguna sospecha de corrupción, de mala administración o nepotismo.
De los sospechados de tener alguna compasión con los negociantes de drogas o quizá de tener algún provecho.

Qué nos quedó de ese fin de semana de agosto restaurador tan lluvioso y de cambios?
Nos quedó la sensación de continuidad al quedarse más de una docena de ministros en el gobierno.
Nos quedó la conciencia de los problemas que tenemos y que son de todos:
Los problemas del sector salud que se reflejaron cuando el dengue, que afecta a toda nuestra población de manera endémica, encontró una entrada hasta en el palacio de gobierno atacando al segundo representante del poder del estado. Casi como una advertencia al otro día de la juramentación.
El problema de abastecimiento de agua potable.
Los problemas del sector eléctrico arreciados ese mismo fin de semana por los estragos de la tormenta Fey.
Los problemas del abastecimiento de gas de cocinar y combustible.
El reto de la estabilidad monetaria y el crecimiento de la economía.
La reponsabilidad de aumentar la producción de alimentos para combatir el hambre.
El Presidente nombró los problemas por su nombre y las prioridades políticas para el próximo cuatrienio. Sin lugar a dudas, es mucho lo que se ha propuesto. No va a ser fácil realizarlo.
Pero el mandatario es optimista y hasta ahora ha tenido razón en el manejo de los problemas principales y por eso lo reeligieron.
Puede haber dudas sobre la cuestión del financiamiento de los planes, pero eso es sólo un problema técnico.
Para eso se tiene un equipo de gobierno con especialistas en esa rama que buscarán la solución apropiada a su debido tiempo.
Soy optismista. Porque se han reconocido los problemas y la voluntad política va en esa dirección de resolverlos
Y los problemas se van a ir resolviendo uno por uno.
Paso a paso...