domingo, 13 de julio de 2008

Money makes the world go ‘round (the other way)

Se sacaron el premio mayor los estados que tienen la suerte de poder negociar soberanamente con los portadores de energía: El petroleo, el gas y sus derivados.

Sí, el mundo sigue girando, desde hace más de cien años, alrededor del dios líquido negro y porque es un mundo tan conservador se le hace dificil liberarse de esa dependencia que está obstruyendo el desarrollo universal.

Y en esta época el mundo del caribe está girando alrededor de Venezuela que es la que tiene una dosis bien grande de esa droga negra que nuestras economías necesitan tanto. Y sucede que en Venezuela hay un gobierno que tiene una estrategia sobre el manejo de sus riquezas que no se entiende a primera vista.

Indudablemente que las condiciones que ofrece Venezuela a los paises signatarios del Tratado Petrocaribe son inigualables. Siguiendo una escala de precios, el financiamiento de la mitad del precio de la cuota de petroleo importada se hace con un período de gracia de pago de capital de hasta 2 años y una tasa de interés anual del 2% y cuando el precio internacional del petroleo excede los 40 U$ dólares a un interés de 1%, que es muy por debajo de los usuales en los mercados financieros, y además se prevé un período de pago máximo de 25 años.

Los gastos de flete que resulten de estas operaciones se cobrarán al costo y son cancelados al contado a la hora de la descarga, comprometiéndose PDVSA (La compañía estatal venezolana que ejecuta los tratados) a garantizar una relación directa, sin intermediación en el suministro, lo cual generará un ahorro adicional para los países consumidores del Caribe, según el tratado.
También es notable que “Para el pago diferido, el Gobierno de la República Bolivariana de Venezuela podrá aceptar que parte del mismo se realice con productos, bienes y/o servicios, establecidos mutuamente, por los que el Gobierno de República Dominicana ofrecerá precios preferenciales”.

Tontos serían los gobiernos caribeños que no firmen este tratado que representa una ganancia neta para sus economías y un alivio a las delicadas finanzas de la región porque pueden planear la forma de pago, amortiguándose los efectos inmediatos del aumento repentino de los precios. Más aún si pueden pagar en arroz y plátanos o quizá algún servicio, dinamizando así la economía en vez de caer en la recesión inminente.

República Dominicana acordó de forma bilateral con Venezuela que le sean suministrados, bajo este esquema, diariamente 50 mil barriles de petroleo que representan el 30% de las importaciones y más de 3 millones de dólares diarios de liquidez financiera.
Esto es dinero constante y sonante que puede ser invertido en dinamizar nuestra agricultura para que nos ayude a producir divisas para pagar esta factura petrolera que en otras condiciones fuera impagable.

Este negocio de producir y vender comida es un negocio que nuestro país conoce y tenemos el know how y los expertos y los campesinos y ahora con el precio del arroz a casi mil dólares la tonelada deberíamos usar los recursos financieros que nos pone a disposición el tratado Petrocaribe para producir 200 mil toneladas adicionales de arroz anualmente y así contrarrestar la carestía del petroleo con recursos de nuestra agricultura.

Así en un futuro el mundo giraría alrededor de nuestro país porque produciríamos mucho alimento para exportar, mercancía que al fin y al cabo va a tener que ser pagada a un precio justo por los mercados internacionales porque el hambre de los pueblos es más fuerte que la sed de petroleo.

Publicado por John Castro De La Cruz

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