miércoles, 10 de septiembre de 2008

Dominicana a siete años del 11 de Septiembre

En el año 8 de la nueva era después del 11 de septiembre del 2001, día en que los ataques a las torres gemelas de Nueva York llenaron al mundo de belicosidad, hay situaciones especiales por las que está pasando nuestra República Dominicana que merecen un recuento y una evaluación de inventario.
En estos momentos de crisis, principalmente causada por el aumento de los precios de los combustibles y por el aumento de los precios de los alimentos, nos caen los huracanes que dan el tiro de gracia a la producción agrícola y ponen a dura prueba toda la infraestructura del país.
Los daños materiales causados por los ciclones todavía no pueden ser evaluados con exactitud, pero la magnitud del impacto negativo se puede sentir cuando se viven los apagones; cuando se ven las principales vías de comunicación inundadas; cuando se ve aumentar los casos de Dengue, Leptospirosis y Conjuntivitis; todavía sin contar con una inminente escasez de alimentos, y sin contar con las implicaciones para la industria turística. Sí, los tiempos de las vacas flacas están a la vuelta de la esquina.
El país que estaba tan bien plantado a esta fecha el año pasado se ve ahora confrontado con situaciones de crisis, la mayoría causada por sucesos internacionales o de la naturaleza que no podemos influenciar, algunas de fabricación nacional.
El 11 de septiembre y su legado, la lucha contra el terrorismo, han hecho que la lucha contra el "Drogadismo" deje de tener la relevancia internacional que tenía a finales del siglo pasado y por consecuencia se han facilitado las condiciones para que este flagelo internacional eche sus raices en la isla y nos cause los dolores de cabeza que tienen los paises que históricamente han sufrido este mal.
Todavía el problema de la mafia de las drogas no atenta contra la estabilidad institucional del país, pero hay algunos sucesos aislados de los últimos meses que exigen del gobierno una actitud vigilante, reaccionante, terminante..
El escándalo en la provincia Peravia tiene que ser alumbrado desde el más alto nivel para que la luz caiga sobre todos los rincones y alumbre todas las alturas. Es un problema de estado porque se han implicado tanto elementos del Poder Legislativo, como del Poder Ejecutivo y las Fuerzas Armadas. Todavía no se sabe si elementos del Poder Judicial estén implicados.
Una solución justa con castigo ejemplar para los culpables tiene que ser el resultado resoluto de cualquier investigación.
Más agravado se presentará el problema migratorio en los próximos meses, con la situación de calamidad que vive el vecino país de Haití es mucho más que probable que sus ciudadanos busquen un escape a sus penurias económicas. Por esta razón es casi obligatorio que el Gobierno Dominicano busque apoyo internacional solidario con Haití para que la situación interna se estabilice porque esto ayudaría, sin lugar a dudas, a bajar la presión en nuestras fronteras.
De más relevancia, ahora que la discusión sobre un cambio en la Constitución está en boga, es que se trate de resolver la esquizofrenia de nuestra política migratoria, de nuestro derecho de ciudadanía.
Jus Sangui o Jus Soli?: he aquí la pregunta.
Sí, hay que dar una respuesta definitiva a esta pregunta que divide tanto el pensamiento nacional y que tanto influencia la imagen internacional de nuestro país, porque hasta ahora se responde a conveniencia.
Los emigrantes dominicanos a los distintos destinos, comenzando por Nueva York, han alcanzado representación en los organos del poder del lugar de su residencia tanto a nivel comunal como estatal. La importancia económica de los emigrados para nuestro país ha soprepasado los sueños más atrevidos, siendo el monto de las remesas un factor importante y estabilizador para nuestra economía nacional.
El gobierno actual ha reconocido la importancia de los emigrados y ha creado los Condex y Los Consejos Consultivos de la Presidencia para los Dominicanos en el Exterior como instrumento para canalizar las políticas de integración de los emigrados a los planes de desarrollo nacional. el resultado está por verse, habiendo pasado estos organismos por la primera fase de institucionalización y habiendose aprobado una ley que les garantiza continuidad.
En el sector eléctrico todavía no se han alcanzado las metas proyectadas en el plan integral que propuso el gobierno en el 2006; tomando este plan como punto de partida se le debe dar prioridad a la construcción de planta generadoras que consuman carbón como combustible para satisfacer la creciente demanda y así cumplir con la promesa del Presidente Fernández de acabar con el déficit energético que está sufriendo el país.
Habemus Metro! En el sector del transporte este hecho ha marcado el inicio de una nueva era en lo que se refiere a mobilidad. La misión es continuar por este camino de modernizar nuestro sistema público de transporte nacional y no sólo para para ahorrar divisas.
Los recientes fenómenos naturales que nos han afectado han, seguramente, desacelerado el proceso de crecimiento económico y diezmado los recursos que resultarían de un aumento contínuo del producto bruto interno.
Más aún, en esta situación necesitamos la disciplina necesaria para seguir las metas que nos hemos trazado a mediano plazo.
Tenemos la bendición de no ser un escenario de la lucha antiterrorista, tenemos la bendición de ser autosuficientes en la producción de los alimentos básicos, tenemos la bendición de una estabilidad económica que es ejemplar en la región.
No dejemos pasar el chance de evitar una crisis profunda, concentrémonos en lo principal.
Por el bien de nuestra nación, no comencemos a hacer campaña política desde ahora hasta el 2010.

No hay comentarios.: